Parto de la duda,
asesinato de la esperanza,
lo cándido de la vida
se vuelve pedazos.
Sobran mil fragmentos,
faltan las palabras,
el alma se deshace,
que se esfuma en el entretanto.
Se cremó nuestro encuentro,
el humo ciega los pasos,
sólo la vela encendida,
la esperma cae llorando.
Vete despacio,
me voy mañana,
no quiero ver tus lágrimas
ni sentir tus pasos.
Allá en el espacio
nadie vigila al esclavo,
nadie pide pan a palos,
el cielo no se cubre de balazos.
Mientras,
inmunda de pobreza,
la niña y su pena traviesa,
del brazo va corriendo
con su muñeca de trapos.
La billetera del avaro
gotea sudor de sus victimas,
ciego el que vive en abundancia,
sordo el que guarda celoso;
el abrupto desencanto crece
hasta que estalla mi temple.
Furia indomable no quiere mi regazo,
candidez que germina la he recuperado.
imagen tomada desde: http://208.116.25.174/viewtopic.php?f=4&t=177152&start=0
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