Dedicado a Priscila Villanueva
A mi lado ¡mi niño!
como valioso cristal,
te recubro con mis versos,
te quiero contar.
A mi lado ¡mi niño!
fruto de mi despertar,
tu duermes, yo en la vigilia
te miro, te protejo sin rozar.
A mi lado ¡mi niño!,
hijo te quiero llevar desde los inicios de cada día
a las horas vísperas cuando se ha de soñar
en lo vivido, en lo que quedó atrás.
A mi lado ¡mi niño!
no te quiero soltar,
sabiendo que un día habrás de volar,
me conformo y me reconforta
que hoy te he de cuidar
A mi lado ¡mi niño!
te quiero enseñar,
hijo dulce e inocente
tu estás en mi desvelar
Cuánta ternura y colorido emocional, me ha emocionado profundamente,querido Tomás.
ResponderEliminarNunca me ha cabido ninguna duda querido tomas, hay que ser chileno para saber dibujar tan bien el color de la verdadera emoción, la ternura y dulzura de tus versos es indefinible, duelen de dulces e hieren de amor.
ResponderEliminarHay mucha ternura en tus palabras, veo en tu interior un enorme corazón.
Muchas gracias por la dedicatoria. Realmente son muy especiales estas palabras llenas de ternura.
ResponderEliminarEsta muy bueno el blog. Con seguridad estas palabras publicadas serán de gran impacto para las próximas generaciones.
Muchos cariños, Priscila